Un sistema inmune saludable es la primera línea de defensa del cuerpo contra enfermedades e infecciones. La nutrición juega un papel fundamental en el mantenimiento y fortalecimiento del sistema inmune, ya que ciertos nutrientes son esenciales para apoyar la función inmunológica. Consumir una dieta rica en vitaminas, minerales y antioxidantes puede ayudar a proteger el cuerpo y mantenerlo resistente frente a diversas amenazas.